miércoles, 29 de agosto de 2012
sábado, 18 de agosto de 2012
Mi historia: Dias Oscuros
Se avecina la tormenta, el cielo se enturbia, el mar se
agita y a ti solo te queda aferrarte al viejo timón de madera e intentar que
las sacudidas de las olas no tumben tu barco.
Luchar, luchar una y otra vez contra viento y marea hasta quedar exhausta por no terminar bajo el
profundo azul. Así fue mi lucha, así fue mi guerra, y así lo hizo mi instinto
de supervivencia.
Aquellos se alejaba que una simple tortícolis, el dolor era
demasiado intenso, tanto que no tenía fuerzas para levantarme de la cama y hacer
una vida normal, comenzaba una frenética cuenta atrás por salvar mi vida. La cómoda de la habitación se llenaba
progresivamente de diferentes analgésicos y relajantes musculares pero nada
mitigaba aquel dolor extremo. Mis visitas a urgencias se volvieron diarias y mi
desesperación crecía al ver la pasividad y la incredulidad de los médicos que
aun sabiendo mis antecedentes médicos con el linfoma, solo se limitaron a
realizarme una radiografía del cuello y a prescribirme más y más relajantes para
una supuesta contractura que decían que tenía. “Tiempo, dale tiempo para que
cure”, me decían, sin embargo aquello iba empeorando por momentos y yo me
debilitaba tanto que mis piernas comenzaban a flaquear y necesitaba la ayuda de
los brazos de mi padre para sostenerme erguida, serían las últimas veces que
mis pies tocarían el suelo.
Quizás uno de los episodios más surrealistas e
incomprensible fue cuando al cuarto día de mis visitas continuas a urgencias me
derivaron al traumatólogo ante nuestra insistencia de que algo ocurría. Por muy increíble que parezca su diagnostico
fue una posible gastritis, ¿gastritis? ¿qué tendría que ver eso con mi cuello?
inexplicable.
Resonancia magnética, resonancia magnética, cuando escucho
esas palabras… en mi cabeza resuena una y otra vez ¿por qué? ¿por qué? ¿por
qué? Ahí estaba la clave, ahí estaba la solución, el fin a tanto dolor, a tanto
sufrimiento. Sin embargo, al pedir la citación algo trunco mi destino., la
maquina estaba estropeada y eso me privo de una resolución rápida de lo que
ocurría y como consecuencia un retraso temporal que truncaría mi estado y me pondría
al límite entre la vida y la muerte. Continuará...
Aclaraciones
Antes de comenzar a relatar mi historia siento que he de
aclarar varias cosas. Abogados, jueces, médicos, peritos… todos han dado su
versión de los hechos pero jamás se me escucho a mí, necesito sacarlo y
enterrarlo de una vez por todas. Escribir
lo que ocurrió antes de quedarme tetrapléjica me resulta muy complicado, no
solo por la carga emocional que supone sino porque quiero conseguir transmitir
de manera certera mis impresiones y sentimientos más allá de la historia.
Me siento limpia, liviana, porque dentro de mí no existe el pesado
lastre del odio o el rencor, nunca me alcanzaron y mi sangre no se envenenó. Por eso me siento orgullosa de mi corazón,
porque aprendió a perdonar, a olvidar y siguió adelante en busca de aire fresco
y no se quedo inhalando el viciado.
Intento no pensar mucho en lo que ocurrió, no me gusta mirar
al pasado y menos recrearme en él pero algo tengo claro, voy a luchar con todas
mis fuerzas para que la situación que yo viví no se vuelva a dar. Todo lo que
voy a contar está probado y tengo en mi poder todos los documentos e informes,
no los cuelgo por no hacer juicios paralelos ya que actualmente el caso está en
manos de la justicia.
jueves, 2 de agosto de 2012
Presentación
En mi vida he tenido momentos muy
duros, no lo he tenido fácil, pero no me ha quedado otra que sobreponerme a las
caídas, remendarme las heridas y seguir adelante. A veces, me siento exhausta
pero luego recuerdo que estoy rodeada de personas que amo y que si yo caigo, ellos caen también conmigo y eso es
algo que no pienso permitir.
Para aquellos que no me conocen
quisiera presentarme, me llamo Belén, soy una chica de 27 y tengo la suerte de
ver desde mi ventana el maravilloso mar de Málaga cada día. Actualmente, intento
compaginar mi vida con los estudios de periodismo, elegí esta carrera con el
afán de conseguir herramientas y
técnicas que me ayudarán a trasmitir mi historia en algún momento. Hoy en día
me veo abocada a ello, así que con bastante temor pero con el arropo de
muchísimas personas, me he embarcado en esta aventura de surcar océanos de
recuerdos y sentimientos con mi principal vehículo que es la palabra.
Tengo muchísimas aficiones, casi
todas relacionadas con la informática, internet es una autentica ventana al
mundo y aun más en mi situación ya que a los veinte años, aproximadamente, una
desafortunada sucesión de acontecimientos me dejaron tetrapléjica y dependiente
de un ventilador para respirar. En estos últimos tiempos me tenido que
reinventar, durante mi año de internamiento en el Hospital Nacional de
Parapléjicos de Toledo, al igual que un recién nacido, tuve que aprender de
nuevo a beber, comer, hablar… todo muy poquito a poco como siempre se dice
allí. Pero algo tengo muy claro y siempre lo diré, sin los cuidados y el amor
que recibí del personal del hospital de Toledo, ni yo ni mi familia estaríamos tan
bien ahora, le estaré agradecida por siempre.
Atravesar situaciones duras hace
que tengas una visión completamente diferente de la vida y que cada momento hermoso
vivido en ella se convierta en un divino presente que compensa todo lo demás. El
sol calentando tu cuerpo, una bocanada de aire fresco o una dulce caricia en la
mejilla pasan a ser hermosos regalo que me inunda el alma de felicidad y
gratitud. Es inevitable que tus ojos se empañen y tu pecho se llene de aire
ante la grandeza de esos momentos.
Algunos de los recuerdos más inolvidables fue
cuando mi Lolita de pequeña se quedo dormidita en mi regazo ¡estaba a gusto
conmigo!, no podía dejar de sonreír mientras observaba su respiración, el
movimiento de su chupete… desprendía tanta paz. Me encanta ir de viaje, en los
hoteles me aprovecho de la situación y duermo abrazada a alguien sintiendo su calor,
su olor, el latir de su corazón… en esos momentos pararía el tiempo porque me
hacen sentir la persona más feliz del mundo.
La vida está llena de situaciones
mágicas que a veces pasan desapercibidas ante nuestros ojos, a mi la vida me dio
una percepción diferente con la que puedo apreciar esos instantes y me siento afortunada
por ello. He superado tantas cosas que ahora me siento imbatible y sé que lo
que me proponga lo conseguiré porque ya lo he hecho otras muchas veces. Tú
crees que no, yo te demostraré que si puedo.
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